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Pizarras blancas: consejos para un adecuado mantenimiento

Desde hace años, en la mayoría de colegios, institutos y centros de enseñanza en general, las antiguas pizarras verdes han dado paso a las nuevas pizarras blancas. Algunos centros cuentan incluso con estas pantallas revolucionarias y multimedia que funcionan con los ordenadores y dispositivos tecnológicos. Son muy útiles, pero también extremadamente caras, así que la mayoría sigue optando por la solución de las pizarras blancas, igualmente adecuadas pero más económicas. Estas pizarras tienen sus beneficios, por ejemplo, el ser fácilmente borradas, pero también tienen inconvenientes, y es que sin un mantenimiento adecuado, pueden verse estropeadas muy pronto. El material de estas pizarras no es extremadamente duro, y eso hace que los arañazos y golpes en su superficie afecten mucho a su cuidado. Cuando estamos borrando constantemente la pizarra con borrador de fibra, por ejemplo, podemos desgastar su superficie, lo que provocará algunos problemas.

Las pizarras blancas necesitan un mantenimiento adecuado, sobre todo para evitar inconvenientes como las marcas fantasmas. Estas se forman con el tiempo, por un mal borrado o por una mala limpieza de la superficie, que ya empieza a estar desgastada. De la misma forma que también debíamos cuidar las pizarras verdes, y por supuesto, las pantallas tecnológicas, estas pizarras blancas requieren mucha atención. Si queremos que sean duraderas y que cumplan su función sin inconvenientes, hemos de prestar atención a su limpieza y a su cuidado. Alargar el ciclo de vida de estas pizarras nos permitirá utilizarlas durante mucho más tiempo y no tener que preocuparnos por comprar otras. Si bien es cierto que su precio es relativamente económico, un centro no puede gastarse cientos de euros en nuevas pizarras cada curso. Sobre todo cuando su cuidado no es ni mucho menos complicado y se puede llevar a cabo simplemente prestando un poco de atención. Aquí te vamos a dar algunos consejos muy útiles sobre cómo cuidar y mantener tu pizarra blanca en el mejor estado posible.

El efecto fantasma en las pizarras blancas

Si llevas tiempo utilizando este tipo de pizarras, seguro que habrás comprobado que, de vez en cuando las líneas que hemos pintado con rotulador no se van del todo. Si bien podemos eliminar casi la totalidad del trazo que hemos dibujado, todavía se quedan algunas pequeñas marcas que se notan, sobre todo de cerca. Con el tiempo, esto acabará ensuciando mucho la pizarra e incluso provocará errores y problemas para distinguir bien lo recién escrito de lo anterior. Es el llamado efecto fantasma, en el que las líneas siempre dejan un rastro aunque sea mínimo en la superficie, incluso cuando son borradas. La mejor manera de evitar esto es cuidar bien de pizarra para evitar que surjan arañazos y pequeños desconchones, que es donde se queda esa tinta. La limpieza con el borrador será clave para conseguirlo.

Cómo eliminar el marcador permanente

Además de utilizar los típicos borradores de fibra o fieltro para el día a día, conviene limpiar muy bien la pizarra blanca cada cierto tiempo, con  una solución especial. Y es que el marcador de los rotuladores puede ser algo más duro de borrar, sobre todo si es permanente. Utilizar este tipo de rotuladores es habitual para ciertas funciones, pero eso no significa que no podamos eliminarlo de la superficie de la pizarra. Crear una solución casera con un par de gotas de alcohol diluidas en agua, y mojando un trapo en ella, será una solución perfecta. Notarás como el marcador se va borrando poco a poco y la superficie de la pizarra recupera su brillo natural, quedando prácticamente como nueva. Existen otras soluciones de limpieza para las pizarras, pero esta que te hemos contado es, además de casera, muy económica, así que será suficiente para nosotros.

Frecuencia de limpieza

La frecuencia de limpieza de nuestra pizarra dependerá también del uso que vayamos a darle. Y es que no es lo mismo pintar sobre ella varias horas a diario que utilizarla solo un par de días por semana. Si nuestro caso es el primero, debemos limpiarla con más frecuencia, utilizando la solución de alcohol y agua que hemos comentado en el párrafo anterior. Si solo la utilizamos unas pocas veces por semana, con una limpieza semanal a fondo será suficiente. Además, si estamos viendo que la pizarra comienza a mostrar marcas fantasma o a perder su brillo natural, aumentaremos la frecuencia de limpieza hasta considerar que está de nuevo en su mejor imagen.

Borradores y productos de limpieza

Cuando queremos borrar algo que tenemos en la pizarra no siempre utilizaremos la solución casera para dejarla como nueva. Los borradores son muy útiles para eliminar los rastros de los marcadores y rotuladores, y dejar la superficie limpia para volver a pintarla con cualquier otra cosa que se nos ocurra. Eso sí, el uso de estos borradores también será muy tenido en cuenta, ya que pueden provocar daños en la superficie de la pizarra, según su material. Algunos son de fibra, más dura, que suele arañar esa superficie y aumenta la aparición de esas marcas fantasmas. También están los borradores de fieltro, menos dañinos pero también menos efectivos a la hora de borrarlo todo. Estos borradores también deben limpiarse adecuadamente para evitar que cojan suciedad y esta se adhiera a la propia pizarra.

Limpiador de pizarras casero

Como ya hemos comentado anteriormente, existen diferentes limpiadores para este tipo de pizarras, aunque nosotros también podemos crear nuestro propio limpiador casero, que será igualmente útil y efectivo. Solo tenemos que coger un poco de alcohol para frotar y mezclarlo en una botella rociadora con agua, en una proporción de ¼ o 1/3, dependiendo de la intensidad que queramos darle a la mezcla. Agitaremos la botella para que ambos componentes se mezclen correctamente, y luego solo tendremos que rociar su contenido sobre la pizarra, o sobre un trapo húmedo, para poder limpiarla a conciencia. El mantenimiento de estas pizarras blancas será importantísimo para que su uso sea el adecuado durante varios años.