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Juguetes eróticos interactivos, la nueva moda en el sexo

¿Qué haces cuando acabas de empezar con una chica preciosa que vive en otra ciudad cercana a la tuya, pero de repente viene una pandemia mundial que os hace confinaros en vuestras casas? ¿Cómo soportar tanto tiempo sin la otra persona, sin la posibilidad de tenerla cerca para daros todo ese amor que lleváis dentro? Es una situación que hasta hace poco nos parecía de ciencia ficción, pero que muchos han tenido que vivir en sus carnes durante la pandemia del Covid 19. De hecho, había parejas que recién empezaban a salir y estaban en ese momento perfecto del inicio de la relación cuando se prohibió casi en todo el mundo el salir de casa. Durante semanas, meses en algunos lugares, teníamos que quedarnos en nuestro hogar a no ser que fuera estrictamente necesario. Salir a la calle era ponernos en riesgo, y arriesgar también a los demás. ¿Cómo podía funcionar una pareja con esa distancia? Desde luego, como ya hemos podido comprobar en tantísimas ocasiones, el amor no entiende de barreras, y ni siquiera la distancia geográfica puede vencerlo.

Si estamos seguros de lo que tenemos, si de verdad amamos a esa persona y confiamos en ella, las relaciones a distancia pueden funcionar. Sin embargo, el punto morboso e íntimo del contacto sexual también debe estar presente en la relación, y eso es algo incontestable. Como seres humanos tenemos también muchas necesidades sexuales, que deben ser cubiertas. De no ocurrir así, es posible que sintamos frustración y acabemos por reconsiderar esa relación a distancia. Es complicado tener a la persona a la que amas bien lejos, sobre todo cuando empiezas a desearla demasiado. La tecnología ayuda, desde luego, pero no lo es mismo… ¿o tal vez sí? En los últimos años, el negocio de los juguetes sexuales interactivos está viviendo un auge inesperado, gracias a la apertura de mente de los usuarios. Cada vez son más los hombres y mujeres que no se apenan ni avergüenzan a la hora de utilizar este tipo de juguetes, que van un paso más allá de los consoladores habituales. Aquí te vamos a mostrar las últimas tendencias en un negocio que no para de crecer.  

Un negocio cada vez menos tabú

El sexo siempre ha sido un tema tabú para la mayoría, y es que al final lo hemos considerado algo demasiado íntimo como para hablar de ello en público o compartir experiencias con los demás. Sin embargo, el sexo es una parte fundamental de nuestra vida, especialmente cuando tenemos pareja. No vamos a decir que una relación deba basarse solo en lo sexual y lo físico, pero está claro que si esa parte falla, todo lo demás quedará mucho más debilitado.

Por eso hemos ido tomando conciencia de la importancia del sexo en nuestras vidas, y ponerlo en su lugar. Cuidarnos, buscarnuevas alternativas, abrir la mente a utilizar juguetes y nuevas tecnologías… Este tipo de artilugios se han abierto paso en nuestra intimidad, ofreciéndonos un mundo nuevo de posibilidades.  

Sexo y nuevas tecnologías, de la mano

El mundo ha cambiado por completo en las últimas décadas, en una evolución imparable, que muchos todavía no saben si es para bien o para mal. Internet ha supuesto un cambio tan brutal en todo lo que hacemos que a estas alturas casi nadie puede quedarse ajeno al mundo virtual. La capacidad de conectarnos a nivel cibernético ha traído también una desconexión preocupante a nivel físico o emocional. Pero Internet es solo una herramienta, y seremos nosotros los encargados de utilizarla como creamos oportuno. Porque también tiene muchísimas ventajas, como hemos podido comprobar en estos años. Tenemos acceso a toda la información que deseemos. Podemos aprender sobre sexo a través del porno educativo, y entender mucho más sobre el placer gracias a esos vídeos e incluso tutoriales.

El acceso a esa información también ha permitido que las nuevas generaciones tengan una visión mucho más global del sexo, más naturalizada. El uso de artilugios electrónicos, ahora perfeccionados, también ha permitido que vivamos nuestra sexualidad de una manera distinta, mucho más sana. Estos nuevos juguetes sexuales se conectan a la red y nos permiten incluso tener interacción con otros juguetes, a miles de kilómetros de distancia. Gracias a las innovaciones se han diseñado y creado juguetes para parejas que, incluso viviendo lejos, pueden disfrutar de una experiencia sexual. Porque hacer sexting está muy bien, pero si además puedes tener un consolador controlado por tu chico, aunque esté lejos, la cosa mejora bastante. Estos juguetes, además, han incorporado mejoras que los convierten en armas de satisfacción muy eficientes.

La combinación con el porno

La capacidad de conexión de los juguetes sexuales de nueva generación ha permitido un mundo nuevo de posibilidades para sus usuarios. Antes, los juguetes sexuales ya poseían características electrónicas, pero eran bastante simples. Hoy podemos encontrar auténticas muñecas sexuales que se conectan a Internet para hablar en cualquier idioma. Succionadores de clítoris que se adaptan y “aprenden” de cada sesión de satisfacción de sus dueñas, siendo cada vez más eficaces. Esta conectividad también ha llegado al porno, con escenas en las que se pueden utilizar estos juguetes sexuales en perfecta sincronización con lo que está ocurriendo en la pantalla. Una tecnología que, junto a la realidad virtual, está llevando a la pornografía a un terreno realmente inmersivo por el que seguramente se apueste mucho más en el futuro.

Muchas empresas dentro del negocio del porno se han aliado con los diseñadores de juguetes sexuales, en proyectos que giraban en torno a la satisfacción sexual. No es extraño encontrar consoladores que imitan los penes de los actores porno más reconocidos, o pornstars haciendo de modelos para la lencería o los productos eróticos de una marca. La utilización de juguetes en las escenas, con patrocinios de por medio, también ha sido habitual. Ahora se ha dado un paso más allá, conectando definitivamente estos dos negocios dentro un mismo sector para darle nuevas oportunidades a los usuarios. Estos juguetes son algo más caros que los tradicionales, pero sus funciones especiales bien valen ese precio extra. Sin duda, una revolución que parece haber llegado para quedarse en un sector en constante evolución.  

Todo por el disfrute

El porno y los juguetes sexuales tienen algo muy importante en común: ambos buscan la satisfacción de la persona que los consume. En el caso del porno, se trata de encender nuestro deseo, por eso no es raro que empecemos con los preliminares viendo alguna escena para excitarnos. Lo mismo ocurre con estos aparatos sexuales, que nos permiten disfrutar de una manera mucho más intensa de nuestras relaciones, abriéndonos nuevas posibilidades.

Y es que ya no nos da vergüenza admitir que buscamos el disfrute sexual cuando utilizamos estos juguetes, o cuando vemos porno. Se trata de nuestra propia satisfacción, de nuestro placer propio, ¿qué problema hay? Todavía queda mucho por recorrer, pero está claro que la tecnología ya se está poniendo al día para ofrecer los mejores resultados a esas personas que saben lo que quieren en el sexo.